viernes, marzo 31, 2006

La llegada a un nuevo Mundo

¿Por qué un Blog si represento la inconstancia personificada, y la crítica social o el análisis personal son conceptos prácticamente ajenos a mí? Sinceramente, no tengo ni idea.
Debo reconocer que no me mueve una imperiosa necesidad de expresar mis pensamientos en este medio a dos aguas entre lo público y lo privado. Tampoco contar mi vida a quienes se sometan al gran suplicio que puede llegar a ser el leerme constituye parte de mis inquietudes actuales. Dudo mucho que escriba a diario o incluso de forma semanal conforme empiece a pasar el tiempo, pues lo dicho en la primera frase es una verdad como un castillo, sólido y no precisamente de naipes. Quizá contar pasajes de mi vida y esperar un mínimo de interés por ello no sea la mejor manera de enfrentarme a un egocentrismo que siempre me ronda como aves de rapiña. Entonces..., ¿por qué narices un blog?
Puede que como respuesta a un proyecto de web fallido; o sirva de terapia contra mi vieja compañera de viaje que es la inconstancia; o porque en algún momento puede que sí me apetezca contar o enseñar algo a mis amigos y éste se haya convertido en el canal idóneo para ello; no sé... El caso es que ya está hecho y sólo falta ver cuanto va a durar.
¿Por qué El desagüe interior? Bueno, no dudo que si le tomo el pulso a esta nueva faceta hasta pueda llegar a expresar sentimientos personales, o intentar transmitir emociones que me hayan embargado, o simplemente llenar los posts de ideas que me surjan de dentro, de mi enredado interior, convirtiéndose así en una vía de fuga, como si de un simple desagüe se tratase.
¿Mi vida es estupenda? Claro está que no tengo todo lo que anhelo, no sólo en su aspecto material sino en la realidad de que muchos sueños e ilusiones que aún no han llegado probablemente nunca llegarán. Aun así debo dar gracias por la vida que me ha tocado llevar y las circunstancias que me rodean, aunque casi nunca sea consciente ni lo suficientemente humilde como para darme cuenta de ello.
En fin, que el primer paso, lo más difícil de dar, ya quedó atrás. Ahora sólo hace falta seguir el camino y vivir esas experiencias que luego me apetezca compartir con todos vosotros.
Bienvenidos al desagüe interior...
Rafa...