martes, octubre 31, 2006

AniMadrid, una noche con Lugosi, Price, Poe y Burton

¡Guau! Dos posts en el mismo día… Pues sí, señores, pero en atención a vuestros ojos intentaré ser lo más breve y efectivo posible.
Hace ya algunas semanas nos llegó vía Internet un corto de animación buenísimo; por aquel entonces desconocía el sencillo método de enlazar con los vídeos del Yoy tube, y el tema quedó olvidado. Pero ayer, Día Mundial de la Animación, los organizadores del reciente AniMadrid (Festival Internacional de Imagen Animada) celebró un especial con tal motivo, en donde se proyectó una muestra de los mejores cortos de las últimas ediciones. El evento fue totalmente gratuito, y como suele pasar en estos casos nos enteramos de purita casualidad. El cine Capitol, en la Gran Vía madrileña, fue el lugar escogido, y las diez y media de la noche como hora de inicio.
Tras la presentación se proyectaron siete cortos de distintas nacionalidades, todos ellos buenos y aplaudidos, aunque siempre uno tiene sus preferidos. En este sentido tanto Sonia como yo coincidimos, Guide Dog se lleva la palma. Se trata de la segunda parte de Guard Dog, un corto realizado por Bill Plymton que fue nominado a los Oscars y todo; un corto rebosante de negro sentido del humor y con un perro simpatiquísimo como protagonista. A la zaga le fueron, ya en opinión particular, La Lupe y el Bruno, Historia trágica con final feliz y El corazón delator, éste último narrado genialmente por Bela Lugosi (una narración inédita). Sueños y deseos. Lazos familiares promete al principio, pero es tan alocada que te pierdes mientras lees los subtítulos y no acaba de satisfacer. Grado cero, un corto iraní, es serio y muy curioso; un soldado ejecuta a un pobre hombre y la cámara que lo ha filmado intenta vengarse ensañándose con él.
El séptimo corto, el que vimos hace unas semanas, se llama Vincent, y ha sido dirigido y guionizado por Tim Burton. Utiliza la técnica del Stop motion (la misma que con Pesadilla antes de Navidad y La novia cadáver) para presentarnos a un niño de siete años cuya imaginación le lleva a creerse Vincent Price; muy bueno y muy de frikis. Este corto supongo que no entró a concurso pues fue realizado en 1982; narrado, genialmente también, por el propio Vincent Price.
Y nada más, una pequeña y agradable salidita nocturna que ahora comparto con vosotros en la medida de lo posible. Os dejo con Guard Dog, el corto que tuvo la nominación (no el que vimos ayer) y con el de Vincent, que por comodidad voy a intentarlo subir en español, pero si no puedo lo hago en formato original.
Espero que os gusten.



Temores nocturnos

Parece la entrada a la guarida de Spike, sólo hay que fijarse en el murciélago de la verja
El sueño es perezoso, se retrasa mientras observas en la oscuridad sombras que se desplazan ante tu ciega mirada. Te estremeces al pensar en horrores sólo creados por tu imaginación; te encojes, quizá así te sientas a salvo…, que ingenua. Intentas relajarte, lo consigues. Sabes que es imposible, que sólo existen en tú cabeza, y maldices a aquellos escritores que alimentan tu imaginación y provocan tus pesadillas. Intentas razonar lo irracional, sabes que de darse el caso no tendrías miedo; su mente es dominante y su beso… suave narcótico. Te vuelves a estremecer, pero esta vez no es por el miedo. Aceptas su delicada caricia con excitación, el roce de la muerte es bello y bienvenido, como si del más lujurioso de los amantes se tratase. Entonces reconoces el extremo placer de su mente mancillando tu ser, sientes el deleite cuando sus dientes violan tu cuerpo, y sabes que éste es el fin… Sí, es el fin, pero es que es un final tan dulce.

Micro relatos anteriores:

Una calabaza para Halloween
Mi refugio en la sierra
La psicofonía
Poético final

Próximo micro relato:

X 1 Angustia

lunes, octubre 30, 2006

Poético final


No deja de ser una sensación agradable, y divertida, si me lo permiten, esta situación. Muchas veces imaginé como sería esto, lo que sentiría en ese mismo instante, si sería doloroso o por el contrario reconfortante… La curiosidad me podía al temor, lo reconozco; no es que tuviese prisa por pasar el trance, pero no era lo que más me preocupaba, y mira tú como llegan estas cosas. Ahora me resulta de recochineo poético pensar en la buena y estricta educación que de mis padres recibí, con aquellos excelentes colegios (privados y de un pastón al mes, que todo hay que decirlo), en donde desarrollé y forjé mi verdadera personalidad y actitud ante la vida. También me viene a la memoria la facultad de derecho, con esa licenciatura tan deseada y esa vacante en aquella firma tan en alza. Allí le encontré, todo elegante y educado, con su fama y su fortuna colgando de él como si fuese la etiqueta de una americana; un delicioso hombre con quien compartir el resto de mi vida. Desde el principio su mirada le traicionó, y en seguida supo que yo era la mujer que estaba esperando, y ahora… No, si ya me lo decía mi madre: ante todo no hables con la boca llena, niña, que es de mala educación y queda muy mal si te atragantas.

Micro relatos anteriores:

Una calabaza para Halloween
Mi refugio en la sierra
La psicofonía

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M 31 Temores nocturnos

domingo, octubre 29, 2006

La psicofonía

Cuatro esquinitas tiene mi cama...

Hacía tiempo que no lo hacía, no se atrevía, pero una vez decididos aquella noche era la adecuada, se armaría de ese valor que nunca tuvo y de aquel día no pasaría. Se desplazó silenciosamente entre las tumbas, intentando no llamar mucho la atención; aquél cementerio se llenaba de parapsicólogos aficionados en la noche de Halloween, ¿qué esperaban? ¿Cazar a algún fantasma? Buscó pacientemente hasta encontrar el lugar adecuado; un rincón apartado, una lápida mohosa que el tiempo o algún gamberro se había encargado de partir, otras dos totalmente gastadas, y una que desentonaba por su delicado pulido y sus ángulos aún existentes…, era reciente. Dejó allí su grabadora tentado de quedarse por si veía algo, pero no, aquello no funcionaba así, era imposible, y el resultado siempre era mejor si no estaba presente. Pasadas unas horas volvió a por su grabadora, en paciente espera donde la había dejado; eso sí, la cinta estaba ya acabada… ¡Ojalá hubiese captado algunas voces! Pensó; era algo que necesitaba, lo anhelaba… Para algunos espíritus no era tan fácil desprenderse de su pasado como vivos.

Micro relatos anteriores:

Una calabaza para Halloween

Mi refugio en la sierra

Próximo micro relato:

L 30 Poético final

sábado, octubre 28, 2006

Mi refugio en la sierra


Me siento extraño, como si mi cuerpo flotase en una inmensa piscina, pero sin sentir ni el frío ni la humedad; en realidad no noto nada, y eso me da miedo. Recuerdo, me cuesta trabajo pero al fin he conseguido recordar…, y no me gusta lo que descubro. Me dirigía a la sierra, a mi pequeño refugio de evasión. Generalmente lo disfruto en solitario, pero esta vez iba a ser diferente, ella me estaba esperando allí ¡Joder, a quién se le ocurre poner una reunión un sábado por la mañana! Tenía ganas de llegar, de besar sus sensuales labios, de enredar mis dedos en su lacia melena, de desnudarla lentamente al calor del hogar, sentir en mi boca el fuego de su piel, la calidez de sus pechos desnudos, la quemazón de su sexo… Sí, deseaba tanto estar con ella, sentir vibrar su cuerpo junto al mío, que lo único que en ese momento importaba era llegar cuanto antes. Ahora maldigo ese transporte que dejó caer aquel vehículo en mi camino, y a mí, que por estar con ella iba demasiado deprisa para poder esquivarlo. Abro los ojos y vuelvo a verlo todo borroso, no sé cuanto tiempo llevo así, he perdido la constancia del tiempo que pasa, y sólo puedo mirar hacia delante, a esa puerta de cristal tan pasiva como yo; la reconozco, es de mi refugio… Espera, alguien la abre, un hombre desnudo entra, le sigue una mujer, también desnuda… ¡Dios mío, es ella! Desaparecen de mi vista, no, no quiero ni pensarlo, por favor… La puerta se ha quedado entreabierta, veo…, veo mi reflejo en su cristal amigo, ¿qué es eso?, ¿una urna con líquido?, ¿cables? Un cerebro… ¡Dios mío! ¿Dónde está mi cuerpo?

Últimos micro relatos:

Una calabaza para Halloween

Próximo micro relato:

D 29 La psicofonía

viernes, octubre 27, 2006

Una calabaza para Halloween

Entramos en la semana de Halloween, aunque esta vez no habrá espectáculo casero; aún vivimos las consecuencias del Nautilitus. Pero este es el Blog de Orfideón, y quien me conozca sabrá que no voy a dejar de celebrar esta fiesta, aunque sea, como es ahora el caso, vía blog.
Doce días, diez micro relatos dedicados a esa noche en que los muertos desperezan sus enquilosados huesos y se van de cementerios o de parranda, como prefieran, que para gustos hay colores. Debo advertir que no hay que esperar mucho de estos pequeños cuentos, primero porque son excesivamente cortos para lo que yo estoy acostumbrado ¡Se convierte en todo un ejercicio! También porque relatos que se puedan catalogar de Terror sólo he escrito uno, Los secuaces del Destino, el resto es más Ciencia Ficción que otra cosa. Todo esto viene porque aprovechando este día quería enseñaros unas fotos hechas en un cementerio; ayer se me ocurrió que acompañándolas de estos micro relatos era una buena forma de ilustrarlas. Como también podéis observar, he cambiado el diseño (sólo los colores, pero no me ha dado tiempo a más y es suficiente) y mi avatar por uno más apropiado.
Como dice el título de este post, con Una calabaza para Halloween comienza este ciclo, espero que os guste y que sintáis escalofríos de placer... Yo he gozado escribiéndolos.

Adivinad dónde cae el bulto
Aquel huerto era como su patio de recreo, un lugar abierto prohibido a los juegos, pero en el que no faltaban las marcas de sus pisadas de niño en la húmeda y revuelta tierra. Hoy es día especial, hoy los juegos se desarrollarían dentro del caserón, y sólo necesitaba encontrar la calabaza adecuada para la ocasión. En su búsqueda pisoteó, como solía ocurrir, algunos de esos frutos que luego ya no se podrían comer; pero qué mas daba, sólo eran unas pocas hortalizas echadas a perder. Encontró la calabaza que buscaba, de tamaño apropiado, totalmente simétrica, de anaranjado color; perfecta. De un bolsillo de su pantalón sacó una navaja, también se la habían prohibido, pero ojos que no ven… Tras hacer el primer corte a la gruesa raíz algo le salpicó, un líquido caliente y viscoso, de un rojo intenso, ¿sangre? Confuso, observó que ésta provenía del corte que acababa de efectuar. Un repentino temor le invadió en forma de doloroso escalofrío; empezó en el cuello, continuó por toda su espina dorsal y acabó en la punta de sus veinte dedos… Después ya no sintió nada, ni siquiera cuando las calabazas le sacaron los ojos con su prófuga navaja y le ampliaron su sonrisa; sería una bonita cabeza de Halloween.

Programa de micro relatos:

S 28 Mi refugio en la sierra
D 29 La psicofonía
L 30 Poético final
M 31 Temores nocturnos
Mi 1 Angustia
J 2 Un perro sin culpa alguna
V 3 Instinto generacional
L 6 Placeres a la luz de la Luna
M 7 Ouija

lunes, octubre 23, 2006

Elmo

Bueno, por si alguien lee los comentarios de Sonia y quiere saber de qué diablos habla, ea aquí la incógnita... Os presento a Elmo, el risitas.


Una pasada (2)

No, calma ante todo. No os dejéis embaucar por el dos del título y respirad tranquilos, que todo tiene su explicación.
Hará ya casi un par de semanas que empecé a escribir el post que teóricamente sucedería al de Angel, pero ya me conocéis; que si son kilométricos, que si primero a boli, luego a ordenador en ratos libres… en fin, como muchos otros acabó quedándose en el tintero. ¿Por qué demonios ha pasado esto? Está claro que no es el primero de esas características, pero para que se hagan realidad hace falta un par de cosillas básicas que son tiempo y ganas; tiempo es un bien escaso, y de ganas…, escasas más bien.
Pero que no salten las alarmas, pues todo en esta vida tiene una explicación, que ahora os expongo a continuación.
Todo comenzó en la semana del puente, de nuevo teórico, pues algunos nos quedamos con las ganas de pasar por él. Lo que parecía una buena ocasión de arrancarle algo de tiempo libre a nuestro quehacer diario se convirtió en batalla perdida en el momento en que dos personitas, nuestras sobrinas, hicieron acto de presencia para quedarse los cuatro días con nosotros. Esto, aunque lo parezca, no es una queja, que tenerlas con nosotros es algo que nos gusta; pero es agotador y toda nuestra atención y tiempo libre queda destinado a ellas. Sinceramente pienso que no debo quejarme demasiado, pues aproveché la ocasión para ver un poco de cine en casa (lo echaba de menos), no con un home cinema, pero sí en un colchón hinchable con mi pequeña favorita abrazada a mí; las pelis eran de miedo (tiene diez años pero ya apunta maneras, le encantan). Tres sesiones, donde la primera fue más cine familiar que otra cosa, Agárrame esos fantasmas. La segunda fue algo más dura, y entre expresiones de asco, algún que otro ¡Ay va, chaval! Y ¡No, no lo quites, porfa!, se tragó Posesión infernal (no me miréis así, que quería que le pusiera El exorcista).Lo más adecuado para una cría de 10 añitos ¡No me extraña que tenga pesadillas! Tras una noche en que las pesadillas incomodaron su descansar nocturno, y tres niños fantasmales la visitaron (eso, o al fin alguien ha visto a los extraterrestres que me abducen por las noches), me decanté en la última sesión por algo no tan fuerte con un poquito de acción, pero de vampiros al fin y al cabo, Blade Trinity; entre el Pictionary, los lagartijos de escayola, las máquinas de humo, algún cine que otro y alguna tienda que otra, la semana acabó y empezó la siguiente.
Suelo llegar sobre las seis y cuarto a casa, una buena hora que compensa la falta de tiempo en general, pero que en esta semana ha sido dedicado a otro asunto…, mi madre nos ha visitado. Sí, aclaro que vive en málaga, no es que viniese del barrio de al lado, y que hacía un par de meses que no la veía. Se quedó en casa de mi hermana, hasta el domingo, y menos el viernes procuré verla todos los días (esto es cruzarse todo Madrid, ida y vuelta); ojo, me pasa como con las sobrinillas, yo encantado y no me quejo, pero el tiempo es el tiempo, y no para de correr.
Como veis, han sido dos semanas bastante atareadas a las que hay que sumarle, coñas aparte, que hemos currado en el curro, algo normal pero no lo acostumbrado últimamente (la cosa está tranquila), y por ello tampoco he encontrado tiempo para poder actualizar; así queda explicado lo del tiempo.
¿Y qué pasa con las ganas? Querer, quiero, pero soy hombre (espera que me río un poco) y reconozco que soy casi incapaz de hacer dos cosas a la vez. También he reconocido alguna vez que soy inconstante e incapaz de acabar las cosas… Sabiendo esto, pensad en que estoy “diseñando” (me vuelvo a reír) lo que será El refugio de Orfideón, intento practicar con el editor de video, pienso en una cosa que no puedo decir pero que lleva mucho currele y que espero que algún día disfrutéis, me leo un libro que tenía muchas ganas de conseguir y que el viernes cayó en mi poder, edito y grabo toda la retahíla de series y pelis en dvd que llevo de retraso, me veo y disfruto con esos comics de reciente adquisición que no quiero que pasen a criar polvo sin al menos haber servido a su fin, me veo esas pelis que tengo compradas y que aún tienen el plástico delator protegiéndolas, pienso si hago algo en Halloween (no una súper fiesta, pero alguna pequeña cosilla) ya que al día siguiente es fiesta, etc. A todo esto debo añadir el mono de escribir algún relato, novela corta ¡O incluso novela!, que me invade, pequeño o gran proyecto, según categoría, que tira de mí últimamente y que se acrecenta con la llegada de la Hispacón.
No es que no tenga ganas de actualizar, es que lo que me apetece es hacer otras cosas. Cierto que no es incompatible unas con otras, sólo hay que organizarse un poco (chungo en mí), por eso no os preocupéis que no dejaré el blog, lo que digo es que no sé cada cuando iré actualizando.
Vale, de acuerdo entonces, eres un capullo que nos vas a tener en ascuas y además intentas justificarlo… Bien, ¿y qué pasa ahora con el dos? Sencillo, Una pasada era el título de uno de los post sucesores que se quedaron por el camino, pero que ahora os lo resumo muy brevemente.
Appleseed, de Masamune Shirow y un clásico del manga y del anime, fue uno de esos títulos que me hizo descubrir, hace ya tiempo, lo que el manga, y el anime, de cacharrería y robotijos me podía ofrecer. Primero fue una peli grabada de la tele, después una colección de dieciocho volúmenes en serie limitada, le siguió las figuras de Briareos y Deunan, sus principales protagonistas, más tarde llegó su versión en dvd, y ahora… Appleseed, the beginning… ¡UNA PASADA! La historia no está mal, una precuela de lo ya conocido, pero lo que verdaderamente me pareció una obra de arte fue su aspecto visual (dibujos y ordenador, como no), algo que me dejó embobado viéndolo, y que gracias al You tube tan de moda puedos enseñaros… No es lo mismo que el dvd en la pantalla de casa, pero creo que captaréis la idea.
Hasta pronto (o eso espero).

martes, octubre 17, 2006

Vale, yo también caigo

Sí, ya sé que no es lo mismo, pero mientras escribo un post más de los míos aquí os dejo algo que le ha llegado a Sonia por casualidad y... no me he podido resistir... A ver si lo cuelgo bien.


sábado, octubre 07, 2006

Angel... nananaNAnanaaaa!

Aquí teneis al guaperas de la serie, que sé que os va a gustarPues sí, parece que hablar de Angel está de moda, al menos en los blogs que últimamente visito, por eso, y aprovechando mi reciente empacho de chupadores de sangre (acabo de ver la quinta y última temporada) me ha apetecido hablar un poco de esta serie; de que va, de sus protagonistas y por supuesto dar mi opinión, que sólo es una opinión más, sobre tan demoníaca serie.
Cinco temporadas, más de cien episodios en los que hemos vivido la inquietante realidad que permanece invisible a nuestra mirada; vampiros, semidemonios, licántropos, demonios ancestrales o simplemente a secas, espíritus, fantasmas, dimensiones alternativas, Apocalipsis…, todo lo que nos gusta y que es esquivo a nuestra presencia. A más de uno le agradaría creer que todo lo que en esta serie ha salido tiene cierto aire de realidad, que los vampiros existen realmente, que conviven con nosotros, que se alimentan de nosotros… Otros lo creen fielmente, a pies juntillas, como dirían ellos. Yo no entro en esa discusión, es muy bonito pensar en atractivos vampiros de aire romántico, pensar en góticas vampiresas desbordantes de sensualidad, pensar en la inmortalidad… Hasta que se cargan a un ser querido o te arrancan medio cuello de un mordisco, y para colmo vas y te mueres, ni inmortalidad ni leches; quien quiera creer, que crea.
Sobre esto hubo una persona que tuvo una visión. Este tal Whedon, ignoro si como consecuencia de una pésima noche por una cena en mal estado o de una borrachera, vio como esos monstruos que de pequeño le decían que no existían tomaban cuerpo y se hacían reales; el ser humano acababa de descender en la pirámide alimenticia cediendo su trono para acabar como alimento de la miríada de demonios que por su ciudad se paseaban. Aquello no podía acabar así, debía ser erradicado; el hombre tenía derecho a una vida sin incursiones demoníacas, sin dimensiones oscuras, sin amenazas apocalípticas…, tenía derecho a su aburrida e insulsa existencia.
Pero no nos engañemos, estaban ahí y había que pararlos de alguna forma, había que frenarlos constantemente, generación tras generación, de una forma igualmente de sobrenatural; así nacieron las Cazadoras, el Consejo de Vigilantes, y con el tiempo, Buffy la cazavampiros (Sarah Michelle Gellar).
Potencial cazadora alzada con el premio gordo, pasó de ser una popular animadora, adolescente estudiante de instituto, a heroína en la sombra, salvadora del mundo… más o menos una vez por temporada. Pero claro, Buffy no podía hacerlo sola, no podía enfrentarse a un universo tan desconocido como es el de los muertos vivientes de incisiva dentadura, por eso surge la figura de un guía, un Vigilante impuesto por el Consejo, que la entrenará, se hará su amigo y la encaminará por esa difícil senda que le ha tocado, Giles (Anthony Stewart Head). A partir de este binomio, un amplio círculo de colaboradores se dejaron hasta su sangre para que Buffy llegase a ser la temida y triunfadora Cazadora…, y entre ellos nos encontramos con Angel (David Boreanaz).
Nacido en 1727 en una pequeña localidad irlandesa, Galwey, fue un joven juerguista y vividor, de vida licenciosa, que un día conoció a quien le mostraría otro mundo con tan sólo un billete de ida, Darla (Julie Benz).La mala pécora de Darla y su convertido AngelusDesde ese momento Liam, que así se llamaba el joven, pasó a ser Angelus, un cruel vampiro carente de alma cuyas atrocidades excedían lo inimaginable. Tras casi ciento cincuenta años matando mujeres, niños y torturando a hombres por el simple placer de oír sus gritos, una maldición gitana le devolvió un alma que se aterró al comprender el dolor y el daño que había extendido por todo el globo; dejó de matar (salvo ratas para poder alimentarse en sucios callejones) y de beber sangre humana. Mucho se arrastró hasta que un día decidió, quizá buscando vanamente la absolución moral y acallar así los gritos que torturaban su nueva alma, ir en contra de todo lo que había representado Angelus y luchar contra ello desde el lado del bien; Angelus acababa de rebautizarse con el nombre de Angel. Ahora era único, un vampiro con alma, un luchador defensor del bien que hizo suya la misión de una Buffy que le acogió en su regazo con algo más que los brazos abiertos.
Tres temporadas, tres años de compartir buenos y malos momentos, algunos sublimes en felicidad, como el que devolvió a Angelus, otros trágicos de necesidad, como el que acabó con Angel en una dimensión infernal durante cien años. Al final de la tercera temporada, cuando la serie dio un giro tras la destrucción del instituto, y el paso de Buffy a la universidad favoreció la aparición de nuevos e interesantes personajes, Angel se marchó, agarró a Cordelia (Carisma Carpenter) del brazo y se la llevó a su spin-off particular. Se cambió de ciudad afincándose en Los Angeles y montó la agencia de detectives Investigaciones Angel, con un semidemonio llamado Doyle (Glenn Martin Christopher Francis Quinn ¡Tela!)Tenía carisma, caía simpático, pero se sacrificó como lo que era, un héroe como intermediario de los poderes a través de sus dolorosas visiones, y una secretaria, eterna aspirante a actriz, llamada cariñosamente Cordi. Decir que el pobre Doyle tan sólo dura los primeros episodios no es reventar ninguna sorpresa; cualquiera que haya visto algo de la serie ya lo sabrá, incluso puede que ni le hayan conocido. Decir que un solitario caza demonios con aires de Terminator, llamado Wesley Wyndham Pryce (Alexis Denisof), le sustituye, tampoco.
Cordelia y Wesley se convierten así en fieles acompañantes del Campeón en su eterna lucha contra el mal en general, y contra un bufete de abogados en particular, Wolfram & Hart; una constante durante las cinco temporadas. Todo músculos, pero tierno y con corazón
Pero al igual que el mal no descansa, el bien no siempre actúa solo. Pronto Angel conoce a Gunn (August Richards), líder de unos pandilleros callejeros muy concienciados con la realidad que les rodea, y en él, y en su constante labor de matar a todo chupa sangre que se cruza en su camino, encuentra el apoyo necesario para mantener limpias las calles de su ciudad. Gunn cobra tanta relevancia que se vuelve un habitual del equipo desde la segunda temporada.
Ahora bien, ¿por qué todo ha de ser luchas sangrientas y demonios decapitados? De vez en cuando hay que relajarse y darse un respiro El equipo de la segunda temporada:Wesley,Gunn,Angel y Cordi(el que respire, claro), de vez en cuando sorprende que algunas personas interactuasen con estas criaturas de la noche, y de vez en cuando lo que más sorprende es que no acaben en baños de cálida y espumosa sangre. Esto es gracias a que existe un lugar neutral, un lugar bajo la influencia de un conjuro de no violencia, y no, no se trata de una dimensión paralela ni nada de eso, sino de un peculiar y simple bar karaoke, un santuario regentado por un demonio pyleano llamado Lorne (Andy Hallett). ¡Pero que verde era mi valle!Verde, de voz maravillosa y ojos y cuernos rojos, este ser despliega una fuerte capacidad empática sobre aquel que se entregue a los placeres del micrófono y deleite a los asistentes con sus estridentes alaridos y gallitos varios; una capacidad muy utilizada por Angel y su equipo para conocer más sobre sí mismos y sobre sus enemigos. De esporádicas apariciones cobró protagonismo en los últimos episodios de la temporada cuando es abierto un portal y Cordi es arrastrada por él hasta Pylea, su dimensión natal; de allí consiguieron volver, y como souvenir se trajeron nada más y nada menos que a la entrañable Fred (Amy Acker).
Winifred Burkle, escuálida pero hermosa, era una mujer que había sobrevivido cinco años como esclava en aquella dimensión, de ahí que en los primeros episodios de la tercera temporada se la presentase con una azotea bastante mal amueblada; sólo cuando la cordura hace acto de presencia se acaba convirtiendo en un digno miembro del equipo gracias a sus grandes conocimientos científicos; que tanto Gunn como Wesley estuviesen colados por sus huesitos no tuvo nada que ver…, supongo.Dulce,guapa,comprensiva, inteligente... esa es mi Fred
Cordelia, Wesley, Gunn, Lorne y ahora Fred, un compacto equipo que durante la tercera temporada conocerá el amor, el dolor, la traición, el engaño… Y todo empezó con una Darla embarazadísima y la anunciación de que un ángel es el padre, nuestro Angel. ¿Y cómo es posible? ¿No dicen que los vampiros no pueden tener hijos? El paso previo al embarazo quedó patente en un episodio de la segunda temporada; por suerte para todos Darla no es Buffy y con ella la felicidad no existe. Ahora regresa, e incluso aunque ella ignora cómo, lo cierto es que el niño nacerá y será el hilo conductor de toda la temporada; fuerzas oscuras atienden a un plan mayor, donde Darla simplemente es un peón más. Un portal a otra dimensión infernal (como no) nos devuelve a un joven Connor (Vincent Kartheiser) con una sed de sangre hacia Angel tan tremenda que acaba desembocando en una terrible y húmeda venganza. Por su lado Wesley es repudiado por el grupo cuando nadie comprende unas acciones más que justificadas por su parte; sufre el dolor físico de una degollación y el emocional del abandono a su suerte, lo que provoca una más que comprensible pérdida de confianza y de unión. Con un futuro incierto para Angel, y sorpresa final para Cordelia, la tercera temporada concluye su emisión.
Y hasta aquí puedo contar.
No, no es que no pueda contar lo que se esconde tras las restantes puertas, ya me gustaría seguir, pero hasta esta temporada quien más o quien menos ha visto algún episodio, pero de las dos últimas…
Sólo me queda ya expresar mi opinión sobre esta serie que reconozco me ha gustado y me ha enganchado bastante. Al tratarse de un spin-off de Buffy (un spin-off, para quien no lo sepa, es otra serie derivada de la primera cuyo protagonista era un personaje de ésta) es casi imposible no hacer algún tipo de comparaciones, y eso que dicen que son odiosas. Más oscura, más madura, más real si cabe que su predecesora, trata muchos temas con un claro trasfondo social; eso sí, siempre ambientados en una sociedad repleta de demonios desalmados. Desde mi punto de vista la serie ha ido in crescendo durante las tres primeras temporadas para darse un tropezón en la cuarta, para mi gusto demasiado centrada en un mismo tema, lo que la convertía en monótona y casi diría yo escasa de interés; sí, las intrigas y las acciones se suceden, pero para mí sigue siendo la más floja de todas. La quinta y última temporada de esta serie de prematura desaparición, porque recordemos que fue cancelada y que su desaparición no fue por muerte natural, combina sin abusar las tramas particulares de cada episodio con la general de la temporada, manteniendo la frescura de las primeras temporadas. Debo reconocer un par de cosas, la primera es que no he visto los capítulos en su estricto orden, pues a veces he tenido que tirar de los grabados y la cronología se ha visto bastante alterada; no importa, saber lo que en futuros episodios iba a pasar me ha hecho apreciar detalles en los predecesores que preparan el terreno, por así decirlo, a lo que luego ocurre. No me había pasado con ninguna de las otras temporadas y ha sido una sorpresa agradable; un buen ejercicio de arco argumental. Lo otro que reconozco es que, sin devaluar la calidad del conjunto, ha habido alguna desastrosa incursión que supongo inevitable; el episodio titulado “La chica en cuestión” me pareció fuera totalmente de lugar, inadecuado en el momento y con un argumento que nos muestra, no ya a Angel, si no a un Angelus y a un William El Sanguinario que rozan lo patético; de verdad, este episodio se lo podían haber ahorrado.
Supongo que todo el mundo cuando ve una serie siente más o menos aprecio por sus personajes, algo normal después de tantas tardes de compartir aventuras. Si me preguntasen que cual de todos ellos ha sido mi favorito yo lo tendría muy claro para contestar, Wesley se llevaría la palma de oro. Ya en Buffy Cazavampiros me cayó bien el hombre, con esa mezcla de intelectualoide patoso regido por las estrictas normas del Consejo de Vigilantes.El más atormentado de toda la serie, incluso yo diría que más que Angel Ahora en Angel su personaje ha sido el que más atracción me provocaba, siguiendo sus pasos he disfrutado tanto como he llegado a sufrir, ha sido el que más incertidumbre me ha causado, y todo este conjunto de sensaciones ha hecho de él mi personaje favorito. También destacaría a Fred, pero más como personaje femenino que como personaje en general, su atracción ha sido muy diferente a la de Wesley, menos mal, pero he de reconocer que cuando salía eclipsaba ante mis ojos a las Cordelias, las Darlas o las Harmony de turno, y sólo era superada por las pocas apariciones de quien fuese el amor de Angel, la propia Buffy.
Bien, sólo queda el adiós, la serie llegó a su fin de la misma manera que la noche cede al amanecer, así que será mejor mantenerla en un oscuro rincón de la estantería no sea que el sol la convierta en cenizas y nos impida disfrutarla en aquellos momentos en que el cuerpo nos pide sangre, en que nos apetece una de demonios, de vampiros…, de colmillos…
Entonces la recuperaremos de ese polvoriento estante y daremos gracias a Joss por hacernos pasar estos buenos ratos.