martes, abril 24, 2007

Fallen art

Humor negro... no sé si será el más sano, pero desde luego es el que más atrae a nuestras morbosas mentes.
Hoy no es uno de esos días buenos, los mareos, las flojeras, el dolor de tripa, los "casi" vómitos, la fiebre... todo ello ha hecho que acabase tirado de cualquier manera encima de la cama, buscando el poco fresquito que desprende las sábanas. Sonia, que estaba al ordenador (recuerdo que temporalmente se encuentra en el dormitorio), me ha mirado y me ha dicho: oye, pareces que te has caído de un quinto, me recuerdas al corto aquel que... Y tenía toda la razón, así que lo he buscado porque es BUENÍSIMO y quiero que llegue a ese lado morboso que todos llevamos dentro; no tiene desperdicio, así que haced un pequeño esfuerzo y vedlo hasta el final.

Etiquetas:

jueves, abril 19, 2007

El retorno del Jedi... Esto, de Orfideón

Tras cuarenta días y cuarenta noches, el señor Orfideón ha regresado. La verdad es que se me ha hecho raro eso de no postear durante este tiempo, y he llegado a sentir esa extraña sensación que entra cuando quieres hacer algo y te sientes relajado por no hacerlo. Y es que aunque han pasado cosas que darían pie a unos cuantos escritos, lo cierto es que la falta de obligación me ha inundado de cierta tranquilidad estos últimos y ajetreados días, y eso me ha venido muy pero que muy bien.
Alguna vez me he sentido tentado, como no, pero sabía que si cedía caería en el error, pues este retiro voluntario quedaría roto y mi malestar volvería si tardaba de nuevo en postear… Pero tentaciones aparte, el momento ha llegado, y es precisamente éste.
Entre otras muchas cosas, con mi ausencia me he dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y de lo fácil que es caer en la pérdida de contacto con esos amigos “virtuales” que si no fuese por este invento llamado Blogosfera no sabría nada de ellos; alguna visita si les he hecho, pero como el intercambio de opiniones y comentarios, ná de ná. El que dijo que los blogs servían para saber de los amigos tenía toda la razón del mundo.
Cosas han ocurrido estos días, cosas que quedarán para nosotros pues su tiempo de aparecer en este blog ya ha pasado; pero hay una que resalta de entre todas las demás, es de carne y hueso y se llama Lucía.

La pequeña Lucía con tan sólo unas horas de vida... ¡Peaso bostezo oiga!

Nuestra nueva y preciosa sobrinilla, la primera por parte de mi hermana, que con 2,990 kilillos vio la luz por vez primera el 1 de abril; enhorabuena a los papis.
Está claro que la baba se nos ha caído con esta cosita, pero eso no quita que este nacimiento haya sido lo que ha marcado principalmente mi ausencia: el apoyo logístico familiar ha sido importante, y aunque reconozco que aun estando ellos podría haber escrito, la decisión estaba tomada. Con un pie de vuelta a su casita de Málaga, mis padres ya no son el motivo (o excusa, vayan ustedes a saber) de que no pueda escribir.
Otra cosa que comenté es que necesitaba ese poco tiempo que me quedaba libre para hacer otras cosas… Bueno, no mucho pero algo sí que he hecho: un relatillo lejos del fantástico, algunos mini cuentos (mejor que microrrelatos), algún dibujito… Todo ello tendrá cabida aquí, y aunque me hubiera gustado haber avanzado en otras cosas que tengo proyectadas e incluso algunas ya empezadas, no ha sido posible. También se me había pasado por mi desamueblada cabeza el rediseñar todo esto de nuevo, ya sabéis, en plan nueva época nueva imagen, pero tampoco he podido así que lo dejaré para otra ocasión.
Laboralmente hablando me encuentro como en una balsa meciéndose en pleno mar, de vez en cuando una ola altera mi calma, pero aunque se vislumbra tormenta en el horizonte, esta tranquilidad ha sido propicia para mi regreso.
Por otro lado toca decidir definitivamente si participo en uno de esos locos proyectos que tanto me gustan aunque me produzcan verdaderos quebraderos de cabeza…, pero tranquilos, en su momento sabréis de qué se trata, un poquito de paciencia.
No os quiero saturar con este primer post, así que aquí lo dejo. Lo hago con algo que tiene mucho que ver con nuestros planes para el puente de mayo (sí, nosotros al menos lo tenemos los dos); espero que todos sigáis siendo tan infantiles como lo soy yo.
Bienvenidos de nuevo al DesagüeEl Orfi ha vuelto.



Etiquetas: