viernes, octubre 19, 2012

Una pedida tuvo la culpa

El mundo de los comics, ese noveno arte que a más de uno chifla, que te vuelve friki, un descerebrado que se deja los ahorros en esos templos de viñetas y aventuras que son las tiendas especializadas, un lugar donde cada mes encuentras ansioso el número de esa colección que haces porque deseas saber como continuará aquella aventura que te dejó a medias, si Batman puede contra el Buho, si los de la Liga de la Justicia podrán contra la invasión extraterrestre o si Selina Kyle pateará el culo a ese mafioso ruso que intentó acabar con ella. Todo se reduce a eso, a disfrutar de esas aventuras que jamás viviremos, a identificarnos con nuestros alter egos de tinta e imaginar que algún día seremos nosotros los que patearemos el culo de los malos... O de los buenos, que a veces nos identificamos más con el malo de la película.
Luego está la eterna discusión, ¿es más importante el dibujo o el guión? ¿Se es más seguidor de una colección por el personaje o por quien lo dibuja? Yo lo tengo claro, el argumento, el guión, es lo que conforma la historia, el que te engancha a que sigas leyendo y desees que pase rápido ese mes porque te apetece saber qué va a pasar, pero si no está acompañado de un buen dibujo, lo siento pero no me atrae: estamos leyendo comics señores, y eso implica apreciar viñeta por viñeta como si pequeñas obras de arte se tratasen. Si abordamos la segunda cuestión me ocurre lo mismo, puedo ser seguidor de un personaje y dejar la colección o no comprar un número especial porque el dibujo no me convenza. Pero también puede ocurrir otra cosa, algo que si bien no es una enfermedad en los parámetros que yo me muevo, a veces te lleva a hacer precisamente lo que trata este post.
Hacía años que no me enganchaba a varias colecciones de comics tal y como hice en su día cuando surgió el sello Image, hubo una fuga de dibujantes de las dos grandes casas, la Marvel y DC Comics que se unieron para fundar ese sello que les permitiese hacer lo que de verdad les apetecía hacer. De ahí surgieron personajes y colecciones importantes, quizá las más conocidas Wild Cats, Stormwatch, Cyber Force, Deathblow, Gen 13 y por supuesto, Spawn... Todas ellas y muchas más fueron a parar a las estanterías ya de por sí repletas de casa. Por suerte las colecciones regulares fueron llegando a su fin (no los personajes que sacarían nuevas colecciones y especiales) y poco a poco cesó mi afán impulsivo de adquirirlos todos.

Spawn, personaje creado por Todd McFarlane (dibujante de Spiderman), llegó en su serie regular hasta el número 94, pero no acabó ahí la cosa, surgieron colecciones como Spawn Undead y Curse of Spawn, montón de merchandising y hasta una película.

Hará como medio año uno de los dos sellos más importantes del sector reorganizó su universo, ¿qué quiere decir esto? Que prácticamente todo lo que conocíamos de sus héroes ya no sirve, o sí, pero tergiversado a su antojo; así, si un personaje había muerto, ahora está vivo, o si se había enfrentado a un villano, ahora resulta que no lo conoce o que simplemente no le había vencido... Matices. Pero eso me ha dado la oportunidad, igual que antaño, de empezar algunas colecciones actuales desde el número uno (joyitas para mí), pero consecuente con los tiempos que vivimos, y reprimiendo mi afán coleccionista, me he limitado a unas pocas: Batman, Batgirl, Catwoman, la Liga de la Justicia, la Liga de la Justicia Oscura y Witch Doctor, esta última de Planeta DeAgostini y no del nuevo universo DC. Hay más que han empezado ahora, como Superman, Green Lantern, Aquaman, Flash, Stormwatch, la Cosa del pantano, Batman y Robin... Pero estaba claro que a todo no se debe enganchar uno.




Tres de las nuevas colecciones que estoy haciendo; Batman, la Liga de la Justicia y una divertida y asombrosa Witch Doctor, ¿acaso nunca os habéis planteado si los seres sobrenaturales también pueden enfermar?

Así que cada mes nos recorremos la calle Luna para ir poniéndonos al día, cosa que hemos hecho hoy... Pero ha ocurrido algo, esto...

Estrella del Norte (Jean-Paul) está preocupado porque su chico (Kyle), un humano normal, se siente vulnerable y acomplejado ante él (recordemos que es un superhéroe, de esos que vuelan y todo), así que durante una misión se lo comenta a Gambito y al hombre de hielo y éste último le aconseja que le compre algo que le haga sentir especial... ¡Y va y le pide matrimonio!

Esta viñeta a página completa en la que Estrella del Norte le pide matrimonio a su chico era algo que Sonia estaba esperando como agua de Mayo. Había oído hablar de que un superhéroe se casaba con su novio en Astonishing X-Men (o Asombrosos X-Men), y dentro de lo progay que somos y por la curiosidad que suponía ese comic (bueno, que se trate de los X-Men también ayuda), pues hemos decidido comprar ese número 31. Pero claro, cómo no compras el 30 para ver qué ocurre antes de ese momento tan interesante, ¿y el 29? Madrid comic, Metrópolis, Crisis y Elektra, cuatro tiendas de comics para los treinta y un números de esta colección... ¿Yo espíritu coleccionista? ¡Qué va! Lo que iba a ser una tranquila y económica compra de cuatro comics (no todos son mensuales) se ha convertido en una cacería de coleccionismo puro... Ya los tenemos todos pero ahora, ¿tendré tiempo para leerlos?
El número 1 de los Asombrosos X-Men, eso sí, volumen 3, que sobre estos mutantes ya de ha escrito y dibujado muuuucho.

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2 Comentarios:

At 18 noviembre, 2012 12:15, Anonymous sonia dijo...

¡¡¡¡es super románticoooooooooooooooooooooooooooooooooo!!! y si el resto del cómic esta muy bien :D.
El del doctor, esta muy entretenido, muy original y también me ha enganchado....Necesito una casa mas grande y la piscina del tio gilito :)

 
At 22 noviembre, 2012 10:57, Blogger Orfideon dijo...

Con la piscina del Tío Gilito me conformo, que con ella la casa más grande está asegurada y la habitación para guardar los comics también... eso sí, hasta que llegue esa piscina las cajas y las fundas de plástico tendrán que valer, aunque estén algo desparramadas por las habitaciones ;-)

 

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